Planificación de ofertas de bajo umbral

Niedrigschwellige Angebote planen

Planificación de ofertas de bajo umbral

Con los programas de educación temprana, los proyectos puente pretenden facilitar a los niños y a las familias con experiencia de refugiados el acceso a su primera institución educativa, una guardería.

Las recomendaciones para estructurar las ayudas y las soluciones para los retos particulares de los servicios de bajo umbral se han derivado de la experiencia de los proyectos puente ejecutados.

CONCEPTUALIZACIÓN DE LAS OFERTAS DE BAJO UMBRAL

La evaluación de los proyectos puente realizada por la Universidad del Ruhr de Bochum y la Universidad de Paderborn reveló que los proyectos puente persiguen esencialmente cuatro ámbitos de actuación en cuanto a su concepción y puesta en práctica: La cooperación con los padres, las relaciones, la creación de confianza y seguridad (llegar), la estructuración de la vida cotidiana y el apoyo a las habilidades de los niños.

Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta la respectiva forma de oferta, el grupo destinatario y las condiciones marco. Los puntos clave son, por ejemplo, la situación espacial. Los programas fijos tienen la ventaja de que a menudo disponen de más espacio y tienen lugar en la misma sala. Esto permite crear un entorno de aprendizaje diverso y estimulante. Los programas móviles suelen tener lugar en el entorno vital inmediato de los niños y las familias. Se trata de una forma de bajo umbral de crear confianza y permitir una conexión con los programas educativos. Sin embargo, los programas móviles a menudo sólo disponen de un espacio limitado (por ejemplo, en un minibús), que debe utilizarse con flexibilidad para diferentes situaciones. La colaboración con los padres y las familias también varía en función del tipo de programa.

En los programas para padres e hijos, por ejemplo, los padres participan como socios activos en el proceso educativo desde el principio. Naturalmente, esto da lugar a diferentes oportunidades de trabajar con los padres que en los programas en los que sólo se deja y recoge a los niños. En los programas con un horario muy estructurado, es muy fácil planificar elementos recurrentes para apoyar el desarrollo de los niños. Los servicios móviles suelen caracterizarse por tener un horario muy flexible, están muy orientados a las condiciones locales y los niños y las familias pueden ir y venir de forma flexible durante el servicio.

A continuación, nos gustaría darle algunas sugerencias sobre cómo puede conceptualizar y diseñar una oferta de bajo umbral. Las preguntas de reflexión sirven para escudriñar el concepto de su oferta y, en caso necesario, obtener sugerencias para su posterior planificación. Tenga en cuenta que no todas las preguntas se aplicarán siempre por igual debido a los diferentes tipos de oferta.

COOPERACIÓN CON LOS PADRES Y LAS FAMILIAS

Un punto central de la colaboración con los padres y las familias es establecer relaciones respetuosas. Los saludos y las despedidas personales, el intercambio mutuo de información sobre el niño, la transparencia sobre los objetivos educativos del programa y la implicación directa de las familias en el programa crean confianza y la base para una colaboración educativa conjunta. Esta construcción de relaciones mutuas requiere unos recursos de tiempo que no deben subestimarse. Al planificar el programa, prevea tiempo suficiente para este intercambio. El lugar de las conversaciones con los padres también debe tenerse en cuenta para garantizar una relación apreciativa.

  1. ¿Dónde se saluda y despide a los padres y a sus hijos?
  2. ¿Cómo se organizan los horarios de entrega y recogida para que haya tiempo suficiente para las conversaciones individuales con los padres?
  3. ¿Qué actividades pueden tener lugar durante la fase de dejar y recoger a los niños que también dejen espacio para las conversaciones con los padres?
  4. ¿Qué oportunidades hay durante el día para entablar un diálogo con los padres (por ejemplo, sobre temas que requieran más tiempo o sean más delicados)?
  5. ¿Hasta qué punto pueden crearse espacios de encuentro en los que los padres y el personal educativo puedan intercambiar ideas (por ejemplo, un pequeño "rincón del té o del café")?
  6. ¿Cómo se planifica la dotación de personal para que los niños y los padres puedan recibir la misma atención?

Pueden surgir situaciones en las que las conversaciones con los padres sean más difíciles debido a las barreras lingüísticas. Como apoyo comunicativo, puede utilizar tarjetas con dibujos, pictogramas o folletos informativos ilustrados, por ejemplo. Para su planificación conceptual, es útil considerar desde el principio qué materiales de apoyo puede utilizar el personal educativo para las conversaciones con los padres. También es útil disponer de una lista de mediadores lingüísticos e intérpretes a los que el personal educativo pueda dirigirse en caso necesario. Además, también pueden incluirse direcciones de especialistas de otras profesiones.

Llegue a

El campo de acción "Llegada" consiste esencialmente en la interacción respetuosa entre el personal educativo y los niños y familias del programa. Los resultados de la evaluación muestran que el personal educativo consigue establecer relaciones positivas con los niños y responder con sensibilidad a las necesidades de los niños (receptividad sensible). Esto incluye, por ejemplo, reaccionar con prontitud ante los niños, comprometerse y participar en actividades conjuntas, ocuparse de los estados de ánimo y las emociones de los niños y animar a los niños a probar algo nuevo o desconocido. Se necesitan ciertas condiciones marco para apoyar este proceso. Además de una rutina diaria variada y estructurada en el programa, normas y rituales fiables y un entorno de aprendizaje estimulante, esto incluye una actitud apreciativa hacia las características individuales de la personalidad de los niños. Los niños llegan al programa de educación infantil con experiencias muy diferentes. Algunos niños nunca han asistido a una guardería externa o no están familiarizados con los conceptos pedagógicos de los programas de educación temprana en Alemania. Además, los niños hablan lenguas familiares diferentes y a veces tienen niveles de desarrollo muy distintos en lo que se refiere a la lengua alemana. Esto hace que sea aún más importante dar a los niños la oportunidad de contribuir con sus rasgos de personalidad individuales. Los contextos multilingües que valoran las respectivas lenguas familiares de los niños y las incorporan a los procesos educativos son una forma de dar respuesta a las personalidades de los niños.

La educación multilingüe es una forma de dar respuesta a las personalidades de los niños.

Los procesos de coordinación con los padres, necesarios en el contexto de la educación para la diversidad, también son muy importantes. Las familias han tenido diferentes experiencias de socialización debido a sus orígenes y están moldeadas por estos valores sociales, pero sobre todo por su propio sistema de valores familiares. Por encima de todo, esto también puede incluir valores relacionados con la crianza de los hijos. Por ejemplo, la cohesión familiar y la comunidad pueden tener más importancia que la crianza de la autonomía y la individualidad del niño. El estilo de crianza está, por tanto, más orientado a la conexión. Las relaciones suelen organizarse jerárquicamente y tienen un carácter más vinculante. Estas orientaciones influyen en muchas actividades cotidianas de los programas educativos. Los padres experimentan que se espera de los niños que se vistan solos, que vayan a algún sitio de forma independiente o que, por ejemplo, se les permita echar ellos mismos la comida en el plato con una cuchara.

El personal pedagógico de los proyectos puente informó de que esto fue percibido por algunos padres con expresión de asombro e interpretado como falta de cariño hacia los niños o incluso descrito como un rechazo de la atención. Esto hace que sea aún más importante ser transparente con los padres sobre el enfoque educativo en todos los programas educativos. Para que el personal educativo pueda responder con sensibilidad a estas irritaciones, se requieren conocimientos específicos de la situación.

  1. ¿Hasta qué punto es consciente el personal educativo de los servicios de las diferentes experiencias de socialización debidas a su origen?
  2. ¿Qué conocimientos especializados necesita el personal pedagógico para poder responder de forma receptiva o sensible a los niños y las familias?
  3. ¿En qué medida recibe el personal pedagógico formación para una mayor cualificación?
  4. ¿Qué material de apoyo se pone a disposición del personal pedagógico para reforzarlo en sus procesos pedagógicos cotidianos a este respecto?
  5. ¿Qué material (multilingüe) se pone a disposición de los niños para reconocer sus rasgos de personalidad?
  6. ¿Cómo se diseñan los procesos pedagógicos en el programa para que se tengan en cuenta los diferentes rasgos de personalidad de los niños y las familias?

Estructurar la vida cotidiana

Una rutina diaria claramente estructurada ayuda a los niños y a las familias a orientarse en un programa educativo y a comprometerse con las distintas fases del programa. Las rutinas que se repiten con regularidad ofrecen fiabilidad y seguridad y permiten a los niños y a las familias actuar con mayor independencia. La estructura de muchos programas puente (campo de acción: estructurar la vida cotidiana) se caracteriza por fases de juego libre. Además de los procesos de aprendizaje estructurados, las fases de juego libre son esenciales para el desarrollo positivo de los niños. Durante este tiempo, los niños exploran su entorno y deciden por sí mismos según sus intereses y necesidades a qué, dónde, cuánto tiempo o con quién quieren jugar.

Los niños se sumergen en juegos de rol, actividades de construcción complejas, experimentando con diferentes materiales, resolviendo problemas de forma independiente y entablando interacciones y relaciones sociales con otros niños. Este comportamiento se ve respaldado en particular por un entorno de aprendizaje estimulante y una interacción receptiva por parte de los adultos.

La organización de una rutina diaria depende esencialmente de un escalonamiento equilibrado de las diferentes actividades. Éstas deben estructurarse de modo que se disponga de tiempo suficiente para que los niños y los adultos puedan concentrarse intensamente en la fase respectiva, no se vean interrumpidos constantemente en sus actividades y no tengan que terminar compulsivamente las actividades lúdicas que han empezado.

La organización de la rutina diaria depende esencialmente de un escalonamiento equilibrado de las distintas actividades.

La rutina diaria en los programas de bajo umbral varía mucho según el tipo de programa. En los grupos de juego, que se ofrecen durante media jornada o jornada completa, o en las guarderías, las estructuras son similares a las que se encuentran en una guardería. Estas rutinas diarias se caracterizan esencialmente por horarios fijos para dejar y recoger a los niños, comer juntos, fases rítmicas de juego libre y círculos de juego conjunto o actividades supervisadas en el interior y al aire libre. Los grupos de juego, que sólo se ofrecen durante unas horas, y los grupos de padres e hijos suelen concentrarse en menos fases alternas. En los programas móviles, el juego libre y las actividades supervisadas suelen desarrollarse en paralelo debido a las estructuras flexibles.

Al estructurar en varias fases, también debe prestarse atención a la alternancia entre las actividades supervisadas, las fases de juego libre y los tiempos de descanso y relajación. También es una buena idea empezar y terminar las fases con rituales recurrentes.

  1. ¿Qué fases de ritmación están previstas en el concepto de la oferta educativa?
  2. ¿Cuánto tiempo está previsto para cada una de las fases?
  3. ¿Hasta qué punto se tiene en cuenta la alternancia entre las actividades supervisadas, las fases de juego libre y los tiempos de descanso y relajación?
  4. ¿Qué condiciones de la sala influyen en el programa estructurado por fases? ¿Cómo puede organizarse la sala de forma flexible? ¿Cuánto tiempo se deja para cualquier reorganización de la sala?
  5. ¿Cómo se distribuirá el personal para garantizar la ejecución de las distintas fases?

Apoyo de expertos

Los resultados de la evaluación muestran que uno de los puntos centrales del trabajo educativo en los proyectos puente es el apoyo a las aptitudes de los niños. En la práctica educativa, la atención se suele centrar en el fomento de los conocimientos de alemán. Se trata de una base importante para promover el desarrollo infantil, pero no debe limitarse o reducirse a esto. El desarrollo y la educación del niño es un proceso complejo en el que el desarrollo lingüístico desempeña un papel importante, pero que también abarca otras áreas de la educación.

La atención se centra en los niños con su individualidad y heterogeneidad, así como en sus intereses y curiosidad por descubrir y explorar el mundo. El compromiso activo con el entorno y la interacción con un adulto o con otros niños desencadena una amplia gama de procesos educativos. Por lo tanto, los procesos educativos deben diseñarse de manera que se promueva el desarrollo de los niños de forma individual, holística y orientada a los recursos en todos los ámbitos de la educación.

Se supone que los procesos educativos cognitivamente estimulantes sólo pueden guiarse con apoyo lingüístico. Sin embargo, los niños también pueden tener experiencias estimulantes en una amplia gama de áreas educativas independientemente del lenguaje. El diseño del entorno de aprendizaje desempeña un papel decisivo en este sentido.

Cuantos más estímulos reciban los niños de su entorno, más oportunidades tendrán de descubrir, investigar, experimentar y aprender por sí mismos y desarrollar sus capacidades individuales. La curiosidad de los niños por lo que ocurre en su entorno se despierta de forma natural. Estas experiencias y acciones pueden ir acompañadas del lenguaje. Sin embargo, la atención no se centra únicamente en la dirección lingüística, sino más bien en el interés que se despierta en los niños a través del estimulante entorno de aprendizaje.

La familia es un punto de referencia importante para el desarrollo de los niños. En este sentido, una buena cooperación con las familias es también un pilar importante para el desarrollo de competencias en los programas de atención a la primera infancia.

En los programas de bajo umbral pueden estimularse diversos procesos educativos. En el proyecto "Tendiendo puentes entre culturas", se ha desarrollado un gran número de tarjetas de impulso para todos los tipos de programas de los proyectos "tendiendo puentes", que proporcionan impulsos lúdicos y materiales de bajo umbral, así como ideas para el diseño de las salas. Se tienen en cuenta las áreas educativas "Educación matemática", "Movimiento", "Educación musical y estética", "Educación científica y técnica" y "Lenguaje y comunicación (centrado en la alfabetización)". La selección de las áreas educativas se basa principalmente en la viabilidad y practicabilidad de bajo umbral dentro de los diversos tipos de programas ofrecidos por los proyectos puente u otros programas de bajo umbral.

  1. ¿Hasta qué punto el diseño de la sala anima a los niños a comprometerse cognitivamente en diferentes áreas de la educación?
  2. ¿De qué materiales se dispone para apoyar las habilidades de los niños?
  3. ¿Cuánto tiempo se concede a los niños en la estructura diaria del programa (juego libre) para dedicarse de forma independiente a los materiales y juegos?
  4. ¿Hasta qué punto las actividades supervisadas están ancladas en la estructura diaria por el personal educativo?
  5. ¿En qué medida se ofrecen oportunidades de interacción entre los niños y el personal educativo, entre los propios niños y, si procede, entre los padres y sus hijos en el proceso educativo diario? ¿Cuáles?

Diseño interior

En este módulo encontrará sugerencias para diseñar los locales de una oferta de bajo umbral. Primero se le presentarán áreas de diseño individuales y después se le adaptarán ejemplos de diferentes tipos de servicios.

Los niños son pequeños exploradores e investigadores que quieren descubrir y aprender sobre el mundo. Se acercan a las cosas nuevas con una mente abierta y curiosidad. Juegan a probar y superar los límites y prueban cosas nuevas. No sólo descubren cosas activamente, sino que también las reorganizan de forma creativa para adaptarlas a sus intereses y necesidades.

Un entorno de aprendizaje estimulante despierta la curiosidad de los niños y les anima a probar cosas. El acceso a una variedad de materiales y actividades diferentes motiva al niño a comprometerse de forma independiente con su entorno.

Otros factores como la luz y el color de las habitaciones y las oportunidades de movimiento y retiro también desempeñan un papel importante. Una variedad equilibrada de estímulos, la estructuración de las habitaciones y la posibilidad de reinterpretar una habitación, es decir, poder utilizar una habitación de forma imaginativa para diferentes juegos de rol, por ejemplo, tienen una gran influencia en el bienestar de los niños y los estimulan cognitivamente.

Aquí aprenderá sobre los diferentes efectos del color, la luz y la acústica en una habitación, cómo puede utilizarlos y a qué debe prestar atención.

Los colores están por todas partes en nuestra vida cotidiana. Ya sea en exteriores o en interiores, asociamos los colores a emociones y experiencias que recordamos más tarde. El color de una habitación también influye en nuestra percepción, haciéndonos sentir cómodos o incómodos. Los colores vivos y llamativos atraen más rápidamente nuestra atención, mientras que los más sutiles o brillantes transmiten calma.

Cuantos más niños haya en la habitación, más vivos deben ser los colores. De este modo, los niños no se sentirán abrumados por las múltiples impresiones cromáticas. Incluso si los niños pasan mucho tiempo en una habitación o ésta es muy grande, deben elegirse colores pastel o colores con una alta proporción de blanco. Los contrastes fuertes pueden servir para orientarse, destacar determinados rincones y objetos, ambientar o animar la impresión general.

Las salas con un tiempo de permanencia corto pueden diseñarse en colores más intensos. En general, debe procurarse que los colores no sean demasiado antinaturales, ya que a los niños les resultan agradables los hábitos visuales familiares. Los colores cálidos tienen un efecto estimulante y activador y transmiten una sensación de cercanía y seguridad. Los colores fríos tienen un efecto calmante, relajante y favorecen la concentración. Cuanto más saturados sean los colores de la habitación, más fuerte será su efecto.

Existen dos tipos de luz: la luz diurna y la luz artificial. La luz diurna se describe como la iluminación más agradable. Como los niños aún están aprendiendo los colores de los objetos y de su entorno y su sentido de la vista aún se está desarrollando, la percepción natural no debe distorsionarse en una gran superficie por la luz de color, por ejemplo.

A pesar de ello, los rincones o islas de luz en los que, por ejemplo, se presenten muchas luces de colores diferentes son definitivamente deseables. Si los niños pueden incluso encenderlas y apagarlas ellos mismos y conocer así los objetos bajo una luz diferente según su propia percepción, esto se convierte en una emocionante aventura lumínica para los niños.

Los brillos o reflejos de la luz artificial o diurna pueden irritar o molestar a los niños. Pueden reducirse utilizando superficies mates, persianas, materiales difusores de la luz o una disposición diferente de las lámparas, por ejemplo.

Al igual que los distintos colores, la luz también puede parecer cálida o fría. La luz cálida crea un ambiente acogedor y la luz tenue crea una atmósfera acogedora. El uso de mucha luz indirecta reduce los contrastes en la habitación y favorece la percepción espacial de los niños. Consiste en lámparas que no brillan directamente en la habitación, sino que están ocultas por algo de modo que se reflejan en la pared, por ejemplo.

Es importante asegurarse de que el techo sea muy luminoso para que la luz se distribuya uniformemente por toda la habitación. La diferencia de luminosidad entre las zonas que se visitan con regularidad debe ser la menor posible para no forzar excesivamente la vista de los niños.

Caminar, correr, saltar, pisotear, discutir, reír y disfrazarse de princesa o dragón: el mundo de los niños está lleno de colores y sonidos. Aunque éstos se perciban como "normales", pueden convertirse rápidamente en demasiado ruidosos y desagradables. Si se supera el nivel de ruido personalmente tolerable, los ruidos pueden convertirse en una carga. Esto puede manifestarse, entre otras cosas, en forma de problemas de concentración, que pueden afectar tanto al personal docente como a los niños en su proceso de aprendizaje y desarrollo. Para evitar que esto ocurra, se pueden utilizar, por ejemplo, varios tipos de "silenciadores". Por ejemplo, una estera o alfombra de espuma colocada en el suelo es ideal para absorber y amortiguar parte del ruido. También pueden utilizarse velas o techos colgantes para desviar el sonido (nota: observe las normas de seguridad contra incendios).

Los muebles lacados, por el contrario, deben evitarse: mientras que los muebles abiertos y sin lacar reducen el sonido, los muebles lacados reflejan el sonido y la habitación se hace eco, lo que puede percibirse como muy molesto. Los separadores de ambientes o las estanterías, por ejemplo, son por tanto una buena opción para absorber el sonido o dejarlo pasar.

Sin embargo, el ruido puede ser algo más que una molestia. Independientemente de lo importante que es que los niños interactúen y jueguen entre ellos, la música puede servir para relajarse, sobre todo en las habitaciones silenciosas (de las que hablaremos con más detalle más adelante). Debe reproducirse de fondo y ser lo suficientemente tranquila como para que usted pueda seguir manteniendo una buena conversación aunque su voz esté apagada. En el mejor de los casos, los niños pueden incluso encender o apagar la música ellos mismos si quieren retirarse y la música les resulta molesta. Por ejemplo, puede colocar un reproductor MP3 en una caja o cajón sólido que reproduzca música en silencio. Si los niños quieren escuchar música, pueden abrirlo o volver a cerrarlo para que la música se detenga.

Para garantizar que los niños puedan explorar el entorno sin miedo y poner a prueba sus límites sin hacerse daño, lo ideal sería tener en cuenta los siguientes aspectos a la hora de diseñar una habitación:

Protección contra caídas: Los objetos que se guardan un poco más altos deben asegurarse para que no puedan caer sobre los niños.

No debe haber bordes ni esquinas afiladas ni ganchos que sobresalgan.

Los niños deben estar protegidos contra las caídas.

Las partes móviles del mobiliario deben estar diseñadas de forma que no haya riesgo de aplastamiento o cizallamiento para los niños durante su uso.

Los muebles deben diseñarse, fijarse y montarse de forma segura; esto incluye, entre otras cosas, dispositivos de bloqueo para los elementos rodantes, dispositivos de seguridad para evitar la caída de cajones, el vuelco y la colocación estable de estantes, armarios, etc.

Deberán instalarse medidas de seguridad eléctrica, como una mayor protección contra el contacto accidental ("a prueba de niños") de los enchufes, para que los niños no puedan entrar accidentalmente en contacto directo con la electricidad.

Si existe riesgo de caída desde una ventana, deben tomarse medidas técnicas para evitar que los niños abran completamente la ventana, pero independientemente de esto, debe garantizarse una ventilación adecuada en todo momento.

Se deben evitar los peligros de tropiezo, por ejemplo, mediante señales de colores o estructuras de materiales diferentes o iluminación en las zonas críticas.

Se deben evitar los peligros de tropiezo, por ejemplo, mediante señales de colores o estructuras de materiales diferentes o iluminación en las zonas críticas.

Las zonas que puedan calentarse considerablemente debido a influencias externas deben protegerse contra el calor excesivo, por ejemplo, mediante una protección solar externa eficaz.

Las zonas que puedan calentarse considerablemente debido a influencias externas deben protegerse contra el calor excesivo, por ejemplo, mediante una protección solar externa eficaz.

Una disposición estructurada del equipamiento puede ayudar a los niños a orientarse en la sala. Por ejemplo, las señales o símbolos pueden dejar claro en qué zona se encuentran los niños o dónde están situados determinados materiales. Si los materiales y la sala están bien organizados, los niños pueden orientarse más fácilmente y, por ejemplo, volver a guardar los materiales de forma independiente. También es importante que cada cosa "tenga su sitio". Con la ayuda de dibujos y etiquetado en las cajas, los niños aprenden rápidamente lo que hay en ellas y cómo se llaman cada uno de los artículos. También se recomienda el mismo sistema en las estanterías o en los percheros (por ejemplo, se puede dar a cada niño un dibujo para su propio perchero), es decir, allí donde sea necesaria la diferenciación.

El sistema de etiquetado de los percheros es el mismo que el de las estanterías.

Además de la disponibilidad y el intercambio (regular) de materiales, también tiene sentido incorporar materiales diferentes al propio diseño de la habitación. Por ejemplo, las mirillas, los espejos, los prismas o las lentes facetadas pueden cambiar la percepción de la habitación e inspirar al niño a mirar las cosas de nuevas maneras. Pueden fijarse directamente a los muebles o colgarse de las paredes o colocarse en el suelo o en estanterías.

Cada espacio disponible puede asumir una función y proporcionar un entorno de aprendizaje estimulante para los niños centrado en áreas específicas de desarrollo.

No siempre se dispone de varias habitaciones. En este caso, se pueden crear áreas o rincones más pequeños en una habitación que asuman las funciones respectivas.

Un pequeño consejo: las zonas separadas con muebles de media altura permiten a los niños retirarse y jugar en paz y tranquilidad y al personal educativo observar a los niños en sus actividades sin molestarles.

Las zonas separadas con muebles de media altura permiten a los niños retirarse y jugar en paz y tranquilidad y al personal educativo observar a los niños en sus actividades sin molestarles.

Muchas ofertas de bajo umbral disponen de locales fijos que pueden organizar de forma independiente. Suelen consistir en una gran sala de grupo que se utiliza de diversas maneras. En esta gran sala de grupo, las áreas funcionales pueden diseñarse como pequeñas "islas" que se asignan firmemente a un tema o cambian temáticamente. Es una buena idea proporcionar cajas con todos los materiales necesarios para un tema específico, que se intercambian a intervalos regulares.

Algunos programas no tienen sus propios locales fijos, sino que son móviles y llevan sus propios materiales o utilizan los locales de una guardería, que no pueden amueblar ni rediseñar. Sin embargo, con algunos trucos, es posible crear el entorno adecuado para cada actividad. Lo principal es hacer que el espacio disponible resulte estimulante con unos pocos recursos.Impulsos para el interiorismo en proyectos de puentes

Basándose en el "Kit educativo de NRW", se han desarrollado tarjetas de impulso de doble cara para áreas educativas seleccionadas con el fin de apoyar la práctica educativa en programas de bajo umbral. Las tarjetas de impulso tienen en cuenta la viabilidad y practicabilidad del bajo umbral dentro de diferentes tipos de programas.

Las tarjetas de impulso describen ideas individuales para el diseño de salas en función del tipo de programa ofrecido por los proyectos puente:

Estructura y procedimiento

Los programas pedagógicos deben tener un calendario estructurado. Las fases recurrentes del programa que están diseñadas para sucederse unas a otras proporcionan fiabilidad y seguridad y, por lo tanto, ofrecen a los niños (y a los padres) más oportunidades de participación activa. En este sentido, es especialmente importante un escalonamiento equilibrado de las distintas actividades. Estas fases deben estructurarse de tal manera que los niños y los adultos puedan concentrarse intensamente en la fase respectiva, proseguir sus actividades relativamente tranquilos y no ser interrumpidos constantemente en sus actividades lúdicas.

El marco temporal de los distintos tipos de programas de bajo umbral varía enormemente. Los grupos de juego suelen funcionar durante varias horas al día y a veces varias veces por semana. Las guarderías suelen ofrecerse durante toda la semana. Estas rutinas diarias se caracterizan esencialmente por horarios fijos para dejar y recoger a los niños, comer juntos, fases rítmicas de juego libre y círculos de juego conjunto o actividades supervisadas en el interior y al aire libre.

Los grupos de juego que sólo se ofrecen durante unas horas o sólo una o dos veces por semana, así como los grupos de padres e hijos, suelen contener menos fases. En los programas móviles, el juego libre y las actividades supervisadas suelen desarrollarse en paralelo.

Es importante encontrar un equilibrio entre las fases de juego libre y supervisado y los tiempos de descanso y relajación. Este escalonamiento puede ir acompañado de rituales recurrentes. Esto facilita que los niños y las familias se adapten a la fase respectiva y les permite evaluar mejor qué fase tendrá lugar a continuación.

A continuación, nos gustaría presentar algunos ejemplos de fases y una posible estructura para un programa educativo. Sin embargo, dado que cada tipo de programa tiene unas condiciones marco particulares y que cada programa puede diseñarse de forma muy individualizada, las siguientes descripciones sólo pretenden ser sugerencias y es posible que deban adaptarse a la situación local.

Fases recurrentes en un programa educativo

Los niños y las familias son recibidos y despedidos en todos los programas. A excepción de los servicios móviles, en los que prevalece una estructura de asistencia flexible, los grupos de juego y los servicios de guardería están enmarcados predominantemente por fases fijas de dejar y recoger a los niños. Durante estas fases, los niños y sus familias pueden ser saludados y despedidos individualmente. Este enfoque personalizado fomenta las relaciones, crea confianza y muestra aprecio. Si los padres (u otros miembros de la familia) no participan en el programa, se pueden mantener breves conversaciones sobre los niños o el contenido del programa, o aclarar cuestiones organizativas. Es importante acercarse activamente a los padres para, entre otras cosas, reducir sus inhibiciones. Puede utilizar tarjetas con dibujos o pictogramas para apoyar los temas recurrentes de conversación o para explicar la estructura y el contenido del programa. Este método de conversación visual ayuda a romper las barreras lingüísticas, sobre todo al principio. Los intérpretes o mediadores lingüísticos también pueden ayudar a establecer una relación de confianza con los padres.

Por lo tanto, al planificar su programa, es aconsejable prever tiempo suficiente para estas fases y, tal vez, considerar de antemano qué tarjetas con imágenes y pictogramas pueden utilizarse como apoyo lingüístico durante las conversaciones con los padres.

Preparación lingüística.

Durante la fase de salida, hay una fase paralela de juego libre para los niños, en la que pueden ocuparse según sus propios intereses e inclinaciones. Esto da a los niños la oportunidad de iniciar el programa a su propio ritmo. Si los padres participan en el programa, tienen la oportunidad de iniciarlo junto con sus hijos o de intercambiar ideas con otros padres.

En los programas para padres e hijos, se espera que los niños y sus familias participen juntos desde el principio. Esto elimina la necesidad de una fase de salida en la que sólo se lleva a los niños al programa. Sin embargo, un horario flexible al principio también permite una introducción suave a este tipo de programas, durante la cual los niños y sus padres pueden orientarse o mantener conversaciones individuales en una fase de juego libre.

Después de la fase de entrega o llegada, el programa puede comenzar con una bienvenida conjunta. En muchos programas, se celebra para ello un grupo de juego en el que participan todos los niños y padres. Un ritual recurrente que se familiariza con el tiempo puede ser una canción común de bienvenida dentro del grupo de juego. Los niños (y los padres) comienzan ahora el programa juntos. La asistencia también puede registrarse y documentarse de forma lúdica. En algunas actividades, los niños presentan a continuación lo que se ha planeado para el día. Esto también puede apoyarse con tarjetas ilustradas o pictogramas.

Al final de la actividad, puede volver a introducirse una canción de despedida conjunta a modo de ritual. Los niños (y los padres) ya saben que la actividad ha terminado.

En los programas con un horario fijo, un círculo de juego es un método muy bueno para realizar juegos en círculo o juegos con los dedos junto con los niños (y los padres), cantar juntos o hablar con los niños sobre diferentes temas (utilizando libros ilustrados o tarjetas ilustradas). Los juegos o canciones (multilingües) recurrentes no sólo fomentan el desarrollo del lenguaje, sino que también dan confianza a los niños (y a los padres) para utilizarlos. Poco a poco pueden implicarse más y participar activamente. Tampoco es raro que los niños quieran jugar al mismo juego dos veces seguidas. Especialmente con canciones y juegos nuevos, la repetición tiene sentido para que los niños se impliquen cada vez más en las tiradas posteriores.

Dependiendo del tipo de programa, los niños y sus padres también comen (que traen consigo). Esto puede tener lugar juntos después del grupo de juego, por ejemplo, o individualmente durante una fase paralela de juego libre. Los niños (y los padres) deciden entonces cuándo comer su comida dentro de un periodo de tiempo especificado.
Puede utilizarse otro ritual para las comidas compartidas. Puede consistir en poner la mesa juntos, decir "buen provecho" o cantar una canción. Ordenar después de la comida también puede estructurarse con rutinas consistentes. Estas rutinas consistentes proporcionan a los niños orientación y la mayor independencia posible.

En los programas para padres e hijos, es aconsejable comer juntos. Durante este tiempo, también puede hablar de diversos temas con los padres.

La fase de juego libre debe dividirse en situaciones de juego libre y supervisado. Mientras los niños (posiblemente con sus padres) pueden dedicarse a diferentes juegos en función de sus intereses e inclinaciones, también deberían ofrecerse juegos o actividades conjuntas en las que los niños puedan participar. Podrían ser juegos de mesa o de reglas, actividades de manualidades, mirar juntos libros ilustrados o quizás incluso pequeños experimentos. Si es necesario, implique a los padres participando en un juego directamente con sus hijos o pintando o haciendo manualidades juntos. Esto refuerza la interacción y la relación entre padres e hijos. La fase de juego libre no debe ser demasiado corta, para que los niños puedan dedicar mucho tiempo a determinadas actividades lúdicas. Sin embargo, esta fase tampoco debe durar más de 45 a 60 minutos.

Si es posible, este tiempo también puede aprovecharse para ir juntos al patio de recreo o realizar actividades en el exterior. Alterne las oportunidades dentro y fuera de las habitaciones para dar a los niños la mayor variedad posible de experiencias.

La fase de juego libre también puede terminar con un ritual. En algunos programas, los niños recorren la(s) sala(s) con un tambor y/o cantan una canción. Los niños saben ahora que deben recoger y reunirse en un lugar fijo. Tras llegar al punto de encuentro común (que debe ser siempre el mismo), ya pueden empezar la siguiente fase.

Dependiendo del tipo de programa, puede que el programa termine después de esta fase y se pase a la fase de recogida y despedida conjunta (normalmente en programas que sólo duran unas dos horas). En estos programas, el ritual de despedida conjunta, por ejemplo en forma de canción, puede realizarse en este momento.

En los programas que duran más tiempo, las actividades conjuntas fuera del local o las actividades de movimiento pueden realizarse generalmente después de la fase de juego libre. El programa puede terminar después de esta fase y los niños son recogidos o abandonan el centro junto con sus padres.

Si el programa dura más tiempo, después de las actividades de movimiento o el juego fuera del local se debe realizar otra comida conjunta.

Fase de reposo y relajación

Las organizaciones que duren más de cuatro horas deben incluir siempre una fase de descanso y relajación tras la comida compartida, durante la cual los niños puedan calmarse. O bien existe la posibilidad de que los niños se retiren y descansen, o bien debe haber actividades como la lectura de cuentos, mirar juntos libros ilustrados o similares.

En algunos programas educativos, se expusieron en la zona de entrada tarjetas con imágenes que mostraban la estructura diaria o incluso semanal del trabajo educativo y la estructuración del programa. Esto da a los padres, así como a los niños, la oportunidad de captar visualmente todo lo que ocurre en el programa. Cuando se ilustró la estructura semanal, también se marcó el día en curso. Así era fácil reconocer que los miércoles siempre hay gimnasia en el cercano gimnasio de la escuela primaria o que los jueves viene un profesor de música a tocar música con los niños (y los padres). Las imágenes se comentaron con los niños del grupo de juego al principio para que fueran conscientes de su significado. También se discutió con los padres cuándo los niños debían llevar ropa de gimnasia o, en su caso, ropa adecuada para las actividades al aire libre.

La repetición es importante para apoyar el aprendizaje (lingüístico) de los niños. Los juegos, las canciones o las actividades pueden repetirse fácilmente varias veces seguidas y durante más tiempo. De este modo, los niños adquieren estructuras lingüísticas y pueden participar activamente en los juegos y actividades.

Un entorno de aprendizaje estimulante es esencial para la curiosidad y el desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños. Varias tarjetas de estímulo (enlace a las tarjetas de estímulo) muestran formas de crear un entorno de aprendizaje cognitivamente estimulante y describen sugerencias para el juego.

Construir redes

Cuando se trabaja con familias que han sufrido una huida, puede ser útil recurrir a profesionales de otras profesiones para que presten apoyo adicional a las familias, de modo que puedan ser remitidas a ellos de forma rápida y sencilla. También puede facilitar su propio trabajo contando con la ayuda de mediadores lingüísticos o intérpretes, por ejemplo, si existen barreras lingüísticas.

Si desea informarse sobre las circunstancias actuales y las fechas sobre el tema de los refugiados, el Consejo de Refugiados de Renania del Norte-Westfalia es un buen lugar al que acudir. En su página web, el Consejo de Refugiados de Renania del Norte-Westfalia ofrece información sobre la legislación vigente y las novedades de la política de refugiados, así como talleres, proyectos y formación continua. También puede recibir esta información regularmente en un boletín informativo.

Los centros municipales de integración son centros especializados financiados por el estado federado de Renania del Norte-Westfalia. Su objetivo es promover la igualdad de participación en la sociedad de las personas de origen inmigrante. El centro municipal de integración crea transparencia sobre los servicios existentes y se centra en la creación de redes y la cooperación en su trabajo diario. Por ejemplo, las familias recién inmigradas con hijos en edad escolar pueden solicitar asesoramiento sobre cómo y dónde pueden integrar a su hijo en la escuela. Aquí suelen trabajar equipos interdisciplinarios que colaboran estrechamente con diversas oficinas, centros educativos, asociaciones e instituciones de la región.Tendrá que recurrir a contactos como el centro de ayuda a la migración, sobre todo cuando se trate de cuestiones jurídicas. En algunos lugares existen centros especiales de migración. Si una familia se acerca a usted con preguntas legales, puede remitirla a estos centros. Estos centros ofrecen horas de consulta abiertas para personas con experiencia en migración y huida, que pueden ir acompañadas de intérpretes si es necesario. Aquí se tratan, entre otros, los siguientes temas: Procedimiento de asilo y derecho de residencia, clarificación de derechos en caso de estatus de residencia indefinido, integración y transición a la escuela y al trabajo, naturalización, colocación en medidas de cualificación, asesoramiento sobre el retorno y ayuda en situaciones de crisis. Los centros de migración también ofrecen asesoramiento en caso de deportación inminente y de residencia ilegal, por ejemplo, en materia de asistencia médica.

Las comunidades, asociaciones, instituciones y organizaciones ofrecen a menudo ayuda a las familias con experiencias de refugiados y también pueden proporcionar intérpretes para su proyecto puente. Se trata de organizaciones independientes (por ejemplo, Arbeiterwohlfahrt, la Cruz Roja Alemana, Der Paritätische, Diakonie y Cáritas). Debería encontrar rápidamente lo que busca buscando en Internet su localidad. Las ofertas suelen ser gratuitas.

Los intérpretes voluntarios son un recurso importante cuando se trabaja con familias que han sufrido una huida. Puede obtener ofertas de mediadores lingüísticos en los centros municipales de integración (normalmente de pago). También existe la bolsa de mediadores lingüísticos de bikup gGmbH (Internationale Gesellschaft für Bildung, Kultur & Partizipation) para Renania del Norte-Westfalia, que cuenta con una lista de intérpretes y mediadores lingüísticos de más de 50 municipios.

Los mediadores lingüísticos suelen ser de pago.

Ayuda a los refugiados ofrece a las personas que han sufrido la huida asesoramiento y derivación a especialistas. El asesoramiento se lleva a cabo en los ámbitos del embarazo, la familia, la crianza de los hijos y el asesoramiento sobre migración. Además, a menudo se ofrecen servicios de guardería, trabajo social juvenil, asesoramiento sobre perspectivas y apoyo al retorno, así como un servicio de localización. En función de las necesidades, se puede organizar ayuda psicoterapéutica, intérpretes y asistencia médica.

La Oficina de Bienestar Juvenil apoya a los padres y tutores en la educación, crianza y cuidado de sus hijos. En particular, se utilizan servicios preventivos para apoyar a las familias y crear condiciones de vida positivas. Cualquier persona puede ponerse en contacto con la oficina de bienestar juvenil correspondiente. Las tareas típicas de la oficina de bienestar juvenil son la organización del cuidado de los niños, el trabajo social juvenil, el asesoramiento educativo, la creación de un entorno favorable para los niños y las familias y la protección del bienestar de los niños.

Pedagogos y psicólogos trabajan principalmente en centros de asesoramiento educativo. Los padres y otros tutores, así como los propios niños, pueden acudir a los centros de asesoramiento educativo y familiar en busca de ayuda sobre cuestiones educativas y problemas personales o familiares. Su tarea consiste en asesorar y apoyar a los padres en su papel de padres. Junto con los que buscan consejo, aclaran sus problemas e intentan encontrar soluciones juntos.

Además, los servicios sociales suelen ser ofrecidos por organizaciones locales. Las personas y familias con dificultades personales, familiares o financieras pueden recurrir a estos servicios. Se buscan juntos las causas del problema y las posibles soluciones. Para ello, el personal informa sobre las ayudas a las que las personas tienen derecho por ley, elabora un plan para mejorar la situación y, si es necesario, también puede establecer contacto con centros de asesoramiento especializados, por ejemplo, en materia de adicciones o deudas.

También se puede contactar con otros especialistas para que apoyen a los niños en caso de que se produzcan anomalías en su desarrollo. No obstante, hay que tener en cuenta que, en algunos casos, los padres pueden necesitar consultar a un pediatra, ya que éstos están sujetos a la prescripción de remedios.

Los logoterapeutas examinan y tratan a personas con trastornos del habla, el lenguaje, la voz y la deglución. Sus pacientes son, por ejemplo, niños que tartamudean o niños con problemas de adquisición del lenguaje y pronunciación.

Los ergoterapeutas asesoran, tratan y apoyan a los pacientes cuya independencia y capacidad de actuación están mermadas o corren el riesgo de estarlo debido a una enfermedad física o mental, una discapacidad o un retraso en el desarrollo. Desarrollan planes de tratamiento individuales y llevan a cabo terapias y medidas preventivas.

Los niños y jóvenes reciben exámenes médicos especializados, atención y tratamiento en régimen ambulatorio en los centros pediátricos sociales (CPS). El personal ofrece apoyo principalmente en caso de enfermedades o sospechas de enfermedades que puedan provocar trastornos en el desarrollo infantil, discapacidades, problemas de comportamiento o trastornos mentales. Los centros de pediatría social sólo trabajan por derivación. Existe una estrecha cooperación interdisciplinar con médicos de consultas privadas, terapeutas, centros de apoyo y el sistema sanitario público. Las familias participan en el tratamiento.

Los centros de intervención temprana asesoran a las familias con niños con (posibles) discapacidades desde la infancia hasta que empiezan la escuela. Ofrecen apoyo médico, educativo, psicológico y social. El personal ayuda a los padres a aceptar la posible deficiencia de su hijo y a aceptarla. También ofrecen ayuda para la crianza de los hijos e informan sobre la base legal y las ayudas económicas.

Los psicoterapeutas de niños y adolescentes diagnostican trastornos mentales en niños y adolescentes y luego los tratan según un plan de tratamiento. Los padres suelen participar en la psicoterapia de niños y adolescentes. En la actualidad, la terapia conductual se utiliza sobre todo como ayuda rápida, ya que puede lograr un éxito rápido. El objetivo es lograr una mejora de los síntomas cambiando la forma de pensar, sentir y comportarse del niño. Para ello, se formulan objetivos concretos y éstos se ponen en práctica gradualmente con la ayuda de ejercicios específicos.

Las asociaciones de vivienda gestionan y comercializan propiedades residenciales y ofrecen un punto de contacto si las familias con experiencias de refugiados buscan una vivienda descentralizada. Algunas familias se encuentran en situaciones de vivienda desfavorables, lo que también puede repercutir en el desarrollo de sus hijos.